27/02/2023 11:42por NUria 5 La obra es demasiado larga para lo que quiere transmitir. Se nota que hay mucho talento en el cuerpo de bailarines, pero a la seguidilla de cuadros les falta dramaturgia (y, por sobre todo, poder de síntesis).
Se pisa con muchas obras de teatro-ballet que están en cartel (es más de lo mismo). De cada cuadro, se pueden sacar 10 segundos que por ahí valen la pena, que transmiten novedad y que podrían expresar algo relevante. El problema es que no hay consistencia en ese aspecto, sino que todo cae en el terreno de la exploración.
Explorar está bien, pero llevar a escena la exploración presupone un valor agregado que no se ve en la obra.
26/07/2015 18:42por Nuria G 5 Nos divertimos un montón con los monólogos. No era lo que teníamos pensado ver, pero nos sorprendió gratamente.
Hay algo que no aparece en el calificador de abajo: la buena onda de la gente: 10.
08/03/2015 20:24por Nuria G 5 Hoy, en el Día de la Mujer, fuimos con Irene a ver Síndrome de Amor de Miriam Martino. Las actrices son la misma Miriam Martino y Lidia Catalano.
Es una obra llena de emociones. Dos mamás, la de Pedro y la de Juan, cuentan la historia del amor de estos dos hombres con todos los temores que se le representan a una madre cuando descubre que su hijo es gay, que su hijo ama a un hombre, que su hijo tiene la enfermedad rosa, que su hijo se fue.
Plena de lirismo, los dos personajes relatan, con palabras propias y otras prestadas, la síntesis de sus vidas, y cantan con dulzura sobre aquello que las unió.
La dan en el Teatro del Pueblo, no sé hasta cuándo, pero no se la pueden perder.
Paso el guion, por si a alguno le interesa. http://www.teatrodelpueblo.org.ar/obr…/sindrome_de_amor.html
07/12/2014 23:04por Nuria G 5 La obra es excelente. Tiene un manejo del espacio superinteresante. Las actuaciones son brillantes, en especial, la abuela. Me encantó.
24/02/2013 22:45por Nuria G 5 Vamos por partes: lo primero, no hay muchas obras teatrales de Abelardo Castillo y, hasta donde sé, es la única que está en cartel, en este momento.
Es un autor que merece ser escuchado, sobre todo por su actualidad. En ese sentido, es un clásico y como tal debería estar más presente.
Lo segundo, el texto es genial por donde se mire, plantea el problema de la traición y reformula la posición de Judas. ¿Es un traidor? ¿Por qué no pensarlo como el único que se sacrifica hasta el fondo por Dios? ¿Realmente el odio es lo que lo lleva a la traición o es por amor que cumple con el mandato de Jesús (dicho con palabras simples: andá y hacé lo que tenés que hacer, hoy)?
Cuando salíamos del Teatro de la Cooperación, justo escuchamos a un tipo que le decía a su pareja que no le había gustado la obra. Y, cosa rara, nosotras comentábamos que no es una pieza que vaya en cuestión de gustos, porque no creo que a nadie le guste ver a un pobre tipo (Judas), que sacrificó todo por su maestro, incluso su nombre, su honra y su vida. Creo que es más para pensar, pero no por el tema bíblico y todos los juegos literarios que puedan analizarse desde las relaciones intertextuales, sino para mirar en nosotros mismos y replantearnos unas cuantas cuestiones de la propia naturaleza humana y de nuestra argentinidad.
