Opiniones de Lali

  • La forma de lo que vendrá 4

    02/11/2014 22:12 por Lali 2
    Obra no apta para personas con déficit de atención. La forma de lo que vendrá propone desde su prólogo un vendaval de información y un ritmo intenso que no decae ni un segundo de sus 120 minutos. Tiene una dramaturgia interesantísima que navega sin nunca naufragar en temas y sub-temas que el hábil espectador deberá ir descifrando e hilando sin pasar por alto ningún detalle. Aun a riesgo de caer en el muy familiar “el que mucho abarca poco aprieta”, la trama principal se ramifica inteligentemente para mostrar un abanico de temas que bien podrían ser una obra per se, pero que forman necesariamente parte del todo de la obra. Cada palabra tiene su peso y su porqué, nada está librado a lo casual ni se dice livianamente; el texto goza de una hermosa causalidad de lo surreal. No es fácil entrar en el verdadero código de la obra, pero una vez que eso se logra, el viaje por el laberinto mental de Simón se vuelve más y más atrapante. Definitivamente, es de esas obras que se enriquecen al volver a verlas, ya que propone un sinfín de guiños que cobran valor cuando uno ya no camina por la superficie, sino que se deja sumergir en la profundidad textual. La escenografía, el vestuario, la iluminación y, sobre todo, la música elegida acompañan maravillosamente esta joyita teatral. Altamente recomendable para verla incluso 2 veces.
  • Reprogramación 12

    23/05/2013 14:51 por Lali 2
    La obra invita desde el comienzo a entregarse a las emociones, y durante los atrapantes 75 minutos no abandona su intención de contar una historia mínima, pero profunda y universal, con hermosos matices, originalidad y muy linda música.

    La relación planteada entre la madre y la ahora hija es tremenda. Uno no puede dejar de identificarse con algunos textos y de comprender lo complejo de las relaciones humanas.

    Sin golpes bajos, se pueden espiar las vicisitudes de lo que le pasa a una madre que tiene que afrontar que su hijo no es hijo, sino hija; así se sienta, así vive, así se identifica. Sin justificar, se puede entender por lo que cada una está pasando cada una y creo que ésa es una de las intenciones ocultas de esta obra. Magistralmente, a través de una gran dramaturgia, sólidas actuaciones y una trabajada dirección, uno puede sumergirse en esta historia y ver que nada es simple, que cada uno tiene sus tiempos y que, a veces, un pequeño ajuste a uno mismo puede hacer una gran diferencia.

    Reprogramación es de esas obras que uno siempre va a recordar con mucho cariño y que nos invitará a reflexionar y replantearnos un montón de cuestiones tras ese último apagón.