12/07/2014 20:10por Graziana Es lamentable que una idea tan original se vea diezmada por un texto tan atroz. No porque carezca de real contenido sino porque establece una estética demasiado complicada para una trama ya de por sí difícil de seguir. El espectáculo se vuelve monótono, casi al grado de desesperar al espectador que no entiende de qué se trata la obra ni hacia dónde va. Sólo sabe que escucha frases repletas de términos elaborados ansiando, casi de inmediato, que la obra culmine lo antes posible.
No sólo a partir de mi experiencia, sino también por la experiencia que comentaron algunos espectadores al terminar.
La sensación que queda es un personaje principal que se hace odiar, no por su postura y terquedad, ni por su particular modo de ver la vida, sino porque sin su sola presencia el público podría salir más rápido de esa sala.
