29/03/2010 11:39por Guillermo H 3 Cuando el problema es esperar.
En la obra, lo que se cuenta requiere del esfuerzo del espectador. Claramente, un receptor habituado a ocupar un papel pasivo y que espera ver todo, para poder entender o sentir algo, va a ser rápidamente expulsado por la obra.
Es real, la puesta en escena de la historia no es alienante, uno no pierde de vista que está viendo teatro, pero eso no resulta algo negativo, en tiempos de tanta comunicación, y de tanto reality show, en los que los medios nos quieren hacer vivir. Por eso, si bien es cierto que hay mucho no dicho, que hay mucho que trabajar desde el lado del receptor, creo (una vez más) que eso es lo mejor de la historia.
"De la espera de las cosas", es en el mismo nombre donde nos alertan y es en la actitud de los personajes, en donde se hace evidente que la pasividad de la espera no lleva a lograr lo que uno pretende: en la vida, en una relación, en una carrera, entre otras cosas. Sino que la actitud debe ser activa para lograr enamorarse, recibirse, entender una obra, entre otras cuestiones.
29/03/2010 09:20por Guillermo H 3 Nada peor que la espera:
En esta obra, llo que se cuenta requiere del esfuerzo del espectador. Claramente, un receptor habituado a ocupar un papel pasivo y que espera ver todo, para poder entender o sentir algo, va a ser rápidamente expulsado por la obra.
Es real, no es alienante, uno no pierde de vista que está viendo teatro, pero eso no lo veo como algo negativo, menos en tiempos de tanta comunicación, y de tanto reality show, en los que los medios nos quieren hacer vivir. Por eso, si bien es cierto que hay mucho no dicho, que hay mucho que trabajar desde el lado del receptor, creo (una vez más) que eso es lo mejor de la historia.
"De la espera de las cosas", es en el mismo nombre donde nos alertan y es en la actitud de los personajes, en donde se hace evidente que la pasividad de la espera no lleva a lograr lo que uno pretende: en la vida, en una relación, en una carrera, entre otras cosas. Sino que la actitud debe ser activa para lograr: enamorarse, recibirse, entender o sentir una obra y para otras cuestiones.
