08/10/2017 12:01por Graciela D 33 Una de las mejores obras que vi este año. Celebro a Diego Velázquez, a Marilú Marini, a Roberto Arlt a través de ellos y felicito la gestión de Tantanian al frente del Cervantes. Esta obra es un motivo más para seguir celebrando de su mano. Ojalá la repongan para que muchos más la disfruten.
24/07/2017 11:21por Gra 33 Volví a verla hoy con un grupo de chicos pero sentí que me habría gustado que cada persona que conozco la viera por lo menos una vez. Todo es simple: la puesta, el lenguaje, el vestuario y, como pasa muchas veces, en esa simplicidad está su grandeza. El deseo de vivir y no poder porque la salud no lo permite y el deseo de no vivir más porque el mundo duele demasiado se hacen presentes sin golpes bajos o previsibles. Vivir o no vivir, ser o no ser... El juego verbal podría prolongarse y convertido en deleite seguiría sumando sentido e interpretación al asunto de ser espectador de una obra de teatro. Pero es un encuentro tan personal y tan único que sólo agrego a este comentario algunas palabras de los chicos que grabé con el celular para no perderlas y poder reproducirlas con la fidelidad que ellos se merecen. Acá quedan. Quizás alguno sienta el deseo de ver 'Simplemente sucede' y lo haga. Estará contribuyendo no sólo con el teatro independiente de manera concreta: estará confirmando que cuando la realidad dolorosa es tomada por la ficción, el dolor resucita y se vuelve luz para todos. Esto ha sucedido y sigue sucediendo cada vez que se representa esta pieza.
Dicen los chicos:
'Lo que veo es que Alejo aplica el sentido del texto directamente en la obra: no se trata sólo de vivir sino de honrar la vida. El autor honró su vida, la vida de su hermano y la vida de su amiga. Encontró la forma de encontrarle el sentido a través de la escritura de una obra de teatro.' Matias, 17 años.
'A esta edad, tenemos millones de problemas, la sensibilidad de la gente no nos deja expresarnos a fondo. Por eso me gustó el mensaje. Es hermoso darse cuenta de que podemos y tenemos que valorar la vida.' Federico, 16 años.
'A veces uno se olvida del verdadero valor de estar acá, de estar vivo y obras como ésta te muestran que esto es lo más importante. Y uno a veces pierde el tiempo en tantas boludeces...' Santiago, 16 años.
'El mensaje de la obra me encantó.'(Belén, la más chica del grupo de hoy, 14 años)
Quienes puedan, vayan hasta La Tertulia, tengan la edad que tengan. Nos merecemos pensarnos a través de esta historia. Realmente, nos lo merecemos.
04/07/2017 23:26por Gra 33 Llegué a La Tertulia sin saber de qué iba la obra y me encontré con la belleza del dolor humano hecha teatro. La vida y la muerte ocupando el banco de una plaza. El deseo de no vivir más y la necesidad de seguir haciéndolo. El sentir que el dolor del mundo es demasiado para un solo hombre y el sentir que la vida se está yendo a pesar de querer sostenerla con todo lo que se tiene. Un hombre y una mujer se encuentran en una plaza. Él se llama Lautaro y ella, Fernanda. Está a punto de llover y se encuentran ambos sentados en ese banco de madera un día de otoño. Cada uno mira la vida desde distintos lugares y les pasan distintas cosas. La vida es lo que va sucediendo mientras se la piensa, se la siente, se la sufre, se la cuestiona, se la rechaza, se la busca, se la desea. Sigo escuchando lo que se dijo en el saludo final: la escritura dramática y la puesta en escena de una historia verdadera, puede transmutar el dolor. También lo creo. Por todos los Lautaros y por todas las Fernandas del mundo, también lo creo. Quienes puedan ir, háganlo. Dejar que simplemente sucedan ciertas cosas como ver esta obra, hace bien, mucho bien. Esta es una obra que ayuda enormemente a valorar la vida. Enormemente.
03/07/2017 18:30por Gra 33 La obra es maravillosa por lo que cuenta y por lo cómo lo cuentan Carolina Aviglianoy Guillermo Orcellet. Sus personajes son verdaderos: él desde su depresión y ella, desde la capacidad de asombro intacta, propia de quienes descubrieron dónde está lo esencial. Cada uno mira la vida desde distintos lugares y les pasan distintas cosas. La vida es lo que va sucediendo mientras se la piensa, se la siente, se la sufre, se la cuestiona, se la rechaza, se la busca, se la desea. Sigo escuchando lo que se dijo en el saludo final: la escritura dramática y la puesta en escena de una historia verdadera, puede transmutar el dolor. También lo creo. Por todos los Lautaros y por todas las Fernandas del mundo, también lo creo. Quienes puedan ir, háganlo. Dejar que simplemente sucedan ciertas cosas como ver esta obra, hace bien, mucho bien. La recomiendo fervientemente: es una obra transformadora.
17/06/2017 12:10por Gra 33 El qué se cuenta es duro y triste pero el cómo se cuenta es tan hermoso que el dolor termina desplegando mucha belleza. Ambas actrices llevan adelante su trabajo con verdad conmovedora de la mano de César Brie. Sobre el escenario hay lo mínimo pero multiplicado por el sentido de las palabras, de los cuerpos y la música. Recomiendo que se vea esta obra: es como estar ante un poema hecho teatro.
25/03/2017 15:58por GRACIELA 33 Vi la obra muchas veces y llevé a alumnos del secundario desde zona sur muchas veces también. Esto sólo ya anticipa mi comentario. Hoy fui sola a la primera función de esta nueva temporada. Los aplausos fueron eternos y emocionantes pero lo que sucedió después, gracias a la obra, es inmenso. Comparto la experiencia vivida.
'Si la ves a la profe, saludala.' le dijo el hijo a su madre a quien él mismo le sacó la entrada para que viera 'Mi hijo sólo camina un poco más lento.' y dejó que hiciera sola la experiencia, acompañada por su hermano. Y sucedió: me buscó y me encontró. Luego de los aplausos, se acercó a mí una mujer muy emocionada y me preguntó si yo era quien ella creía. Me contó algunas cosas, bien de corazón adentro que guardo como un tesoro. Le presenté a la actriz que fue 'su' espejo hoy. Hablaron un rato. Nos abrazamos las tres y nos quedamos con la certeza de que cuando el teatro sana, sana a fondo y que muchísimas veces, muchos de nosotros, encontramos a través de él cómo expresar a los demás y expresarnos a nosotros, lo que sentimos y no sabemos cómo decir. Este pibe, que vio la obra más de una vez y que ya terminó el secundario, fue puente para que su madre hiciera la experiencia y para que sintiera lo que él sintió en su momento o algo parecido pero hondo, de eso no hay duda. Estaba visceralmente conmovida y liberada. Fue un momento hermoso, muy hermoso. Ésta es una obra necesaria. Así lo siento y lo creo.
23/08/2016 00:50por Graciela 33 La obra es hermosa. Simple y profunda. Un viaje imposible hacia el afuera y lleno de coraje, hacia adentro. Es una obra que ejercita la capacidad de ir al encuentro del corazón del otro luego de entender que siente el propio. Fui esta noche con 38 adolescentes que disfrutaron con mucha alegría de una obra. Sus abrazos emocionados cuando terminó para agradecer que los hubiera acercado al teatro, no tienen precio. Agradezco que en tiempos difíciles, el Kairós lleve adelante un espectáculo de este nivel a la gorra permitiendo que cada uno pague cuánto pueda pagar. El precio y el valor van por carriles diferentes. Esta obra es invaluable y su precio, se acomoda a lo que cada uno puede. A eso llamo coherencia con un modo de entender al arte y de vivirlo a fondo. Sé que durante días los comentarios de los chicos en el aula mantendrán la alegría que vivimos esta noche en la que fuimos tan felices. Y sé que no olvidarán esta experiencia. Lo aseguro.
Gracias queridos Fran, Sofía, Matías. Gracias a todos por ser lo que son: artistas que dan sin medida lo que tienen.
