05/11/2012 01:33por Flora Fui hoy domingo con una pareja amiga. Nos sentamos en la fila 5. La obra me pareció aceptable, pero coincido con Barone acerca de que no se escuchaba nada de lo que decían los actores (repito: ¡fila 5!). No hay nada peor en el teatro que tener que adivinar el parlamento de los intérpretes. Sólo se escuchó a Guillermo Arengo porque gritaba, pero no se oían las voces de Gaetani, ni Meloni y mucho menos Bonelli, siempre susurrando. Una pena, porque podríamos haber disfrutado más de la puesta.