Opiniones de Lali

  • Reprogramación 40

    09/09/2022 13:49 por Natalia 2
    Es una obra que toca una temática necesaria, siempre las minorías y las diversidades sufrieron históricamente y es tiempo de dar vuelta la página y empezar a abrazar otra postura, otra mirada. Y esta obra viene a aportar en eso. Te envuelve en su historia desde el principio, con luces y música hermosa que acompaña muy bien. Tiene actuaciones muy sólidas que transmiten lo que cuentan y hacen que empatices sin esfuerzo con lo que están viviendo. Te va llevando por distintos estados, te reís, llorás, te enojás, entendés y sin apuntar al típico recurso del golpe bajo. Un humor muy rico, un texto consistente y logrado, una dirección minuciosa que hace que todo esté perfectamente en sintonía y fluya de la mejor manera. Es de esas obras que seguro ves más de una vez, porque querés compartirla con mucha gente, que el mensaje llegue a diferentes personas. Te invita irremediablemente a reflexionar, a cuestionarte un montón de cosas y creo que esa es la magia del teatro y del arte en general. Es 100% disfrutable, te sumergís en ese departamento y te dejás llevar confiadx. Hay escenas que son tremendas, desde lo visual hasta lo expresivo. Recursos muy pocos vistos en el teatro en general, que por la gran dramaturgia detrás, llegan a una calidad visual y sonora increíble. Si te gusta el arte, el teatro, emocionarte, estar con todos los sentimientos a flor de piel, no podés no verla. Está todo tan bien orquestado y ejecutado que te vas con ganas de más, con ganas de no perder más el tiempo e ir en busca de ese abrazo postergado...
  • Felicidades nuestra querida 11

    19/06/2012 21:12 por Lali 2
    La opinión es el concepto que alguien tiene de algo. Ese alguien es distinto al resto, se diferencia por sus gustos, sus preferencias, sus elecciones... En eso consiste la diversidad. Es totalmente entendible que no a todos nos gusten las mismas cosas; yo lo celebro. Por eso, pueden surgir opiniones y críticas totalmente variadas y hasta contrarias. Es lo más sano que puede pasar y es síntoma de que, en este caso en particular, la obra teatral cumplió uno de sus propósitos. Personalmente, me gusta leer las opiniones de la gente después de ver una obra. El abanico con el que uno se puede encontrar es infinito. Yo lo disfruto. Pero me da lástima cuando alguien escribe algo malintencionado para perjudicar el trabajo de otros. Lo bueno es que quien cae en esa mediocridad queda en evidencia notoriamente. No hay argumento o justificación que avale lo que con ensañamiento escribe. Queda solo, al desnudo.

    Es cierto que uno no puede escapar de la subjetividad tan fácilmente, sin embargo, es posible dejarla un poco de lado y analizar objetivamente diferentes aspectos. Objetivamente me cuestiono, tras leer conceptos como 'muy mal llevado', 'darle una buena utilidad', 'actuaciones mediocres', 'se hace insoportable', 'no para esto', si 'Analía' vio la misma obra que yo o si sus intenciones de boicotear –por un motivo personal y extrateatral– un trabajo hecho con mucho profesionalismo le jugaron una mala pasada. Esa crítica/opinión obtuvo el efecto contrario al que intentó conseguir: no puede ser tomada en serio. Cuestiona actuaciones, guión, vestuario, dirección, tema, humor. Todo, básicamente. Y menos por menos es más, afortunadamente. En este caso la regla matemática vuelve a verificarse. Es sabido que los espíritus mediocres condenan generalmente todo aquello que no está a su alcance. Me pregunto cómo hizo 'Analía' para no reconocer la perfecta sincronización entre los videos proyectados y las actuaciones en vivo, para no poder leer entrelíneas el humor que acusa de 'casi infantil' ni entender el fuerte mensaje que cargan los textos de la obra. Cómo hizo para pensar que el vestuario es mediocre (quizás por su concepción de teatro esperaba encontrarse con vestidos de época, armaduras, y no con ropa de oficina), para no pararse y aplaudir de pie las cuatro actuaciones sobresalientes en escena y los aportes actorales de cada video, para no quedarse pensado y cuestionándose actitudes que son reconocibles en gran parte de la sociedad. No entiendo.

    La obra dura 90 minutos, transcurre en un ambiente laboral muy bien logrado, propone una interacción multimedia novedosa y excelentemente sincronizada, deleita con exquisitas actuaciones, propone constantemente guiños al espectador atento y permite cuestionarse hasta dónde es capaz de llegar un individuo para alcanzar aquello que inexplicablemente anhela. Retrata y muestra miserias humanas, el temor a la sublevación, la obediencia ciega, la explotación desmedida. Todo tan familiar y conocido en el contexto argentino. Son de esas obras que dejan ganas de volver a verlas para recoger miguitas que se fueron cayendo de la primera vez.

    Objetivamente, la recomiendo. Y si no, le devuelvo la diferencia.