03/06/2018 12:00por Nora 9 Un recorrido como un juego. Laberintos con sorpresas. Contraluces asombrosos. Algún sonido inesperado nos sobresalta. La incertidumbre del próximo paso. Trajes de época. Un escenario, otro y otro más. Voces lejanas. Los personajes corporizados nos desafían y acompañan. Todo transcurre a medio camino entre el humor y el susto.
Hasta llegar a la sala principal, en la que un muñeco cobra vida y toca el piano.
Sentados, relajados, por fin podemos escuchar a las paredes. De los palcos, de los cortinados, de las luces, del telón, de las butacas, de todos lados surge al compás del piano el murmullo de los miles que rieron, lloraron y aplaudieron a los cientos de artistas que embellecieron la vida en ese mismo lugar por decenas de décadas. Y entonces uno entiende, algo cuaja en el centro. Ese es el lugar desde donde se transforma el mundo. El teatro.
08/03/2016 14:05por Nora 9 Excelente! Me llevó un tiempo entrar en el código propuesto que mezcla lo circense, lo tradicional, etc. Pero fui siendo atrapada. Y el último tramo directamente es sublime.
23/02/2014 19:56por Nora 9 La vi el año pasado y esta vez invité a otras personas. Quedaron muy satisfechos. les gustó tanto como a mí, los conmovió. Lo que seguimos sin entender es por qué algunas personas se ríen en momentos que no son para eso...