01/11/2017 19:26por Pablo C 3 Una obra de acción y comedia donde el suspenso aparece por detrás de la escena. Interesante puesta. La propia casa teatral es la escena, el portero eléctrico, el balcón y la gente que pasa por la calle Valentin Gomez. Donde suceden los peores desengaños. Con una dramaturgia que refleja la empatía con lo que no se ve y está sucediendo. Una performance impecable de dos actores argentinos. Y una mirada muy humana de los personajes que se van desplegando entre lo cotidiano y lo border.
17/09/2009 12:34por Fernanda M 3 Todo sucede en un presente excitante; los cuerpos parecen danzar invocando un lenguaje que me conmovió y aclarándome la farsa de la vida; esencial. Hay que verla para dejarse llevar y vivir con los actores ese presente lleno de identificaciones donde la vida se hace objeto; para que … para quienes, porque, cuando con quienes y que. No es poca cosa para mi recordar que en realidad era todo una farsa. Aclaradora, iluminadora de la existencia.
Gracias a la excelente dirección de Silvio Lang, fue para mi recordar lo esencial de la vida.
Me conmovió.
14/09/2009 22:22por Fernanda M 3 excelente, por momentos no sabía si reirme o llorar , además de tener unos textos bellísimos que nos enfrentan a una realidad tan dura como la de nuestros tiempos actuales y pasados, estuve en presencia de un encuentro teatral único; actores que presentes con el público nos hicieron encontrar con una de las más grandes obras de Discepolo. Director y Actores excelentes poniéndole el cuerpo y dándole vida a la obra. Cuando salí me encontre en la calle observando los personajes de Discepolo que por desgracia todavía están, pero ya no teatrales, sino reales, aquí en la avenida Corrientes de nuestra Capital en las mismas condiciones en la que lo recreaba Discepolo. Vayan a verla yo se los recomiendo de todo corazón, es un placer para el espíritu y un crecimiento personal.
