01/07/2013 16:35por Alejandro 4 'Agamenón. Volvi del supermercado y le di una paliza a mi hijo' me pareció una obra muy interesante que intenta despertar la conciencia del hombre a partir de la denuncia cuasi-anárquica sobre los hábitos cotidianos (en éste caso hacer compras, alimentarse) que hemos naturalizado y llevamos a cabo mediante una falsa y superficial manera de interacción con los objetos y en consecuencia, con la propia naturaleza y la existencia.
Haciendo un análisis negativo del presente, en el que la globalización ha convertido al mundo en un gran 'Mc Donald', el 'fast food' deviene salud física y mental atrofiada, efimeridad vacía de las experiencias y sobre todo, transforma nuestra vida en un simple acto de repetición que sigue 'a la regla'. El arte se nos presenta como única morada donde hallar la excepción, lugar donde realmente podrá uno encontrarse con el develamiento de su propio ser, con la huella auténtica que haga tomar partida por el acto creativo y una vida digna de ser transcurrida.
El espectador es interpelado, acusado, porque forma parte de éste mundo. Así, teatro y realidad se funden en un acto único y propio de dadaístas provocadores. Una puesta también para resaltar, con recursos posdramáticos (personajes diluídos, material audiovisual, espacios fragmentados, etc) Agamenón se constituye en emblema para mostrar los pilares actuales del mal, que van de un líder a la violencia en el propio seno familiar.
23/08/2009 19:04por Alejandro S 4 Perdon, me gustaria decir, con respecto a lo q dijo maximiliano y despues el actor, que yo no soy familiar de ninguno de los que actuan, me invitaron a verla, fui y se me dio por escribir de forma comprometida con lo que habia visto y sentido, vi q no habia ninguna opinion y me dieron ganas de escribir algo profundo y sincero. Fijate, maximiliano, q si notas alguna "exageracion" en lo q escribo, esta se encuentra en la reflexion que me produjo la obra y no en la obra en si, no hay ninguna pretencion de hablar bien a proposito para que a la obra la vayan a ver muchos, a mi me gusto mucho y que haya producido en mi una forma "exagerada" d reflexionar sobre ella lo veo como algo mas que positivo. adios
12/07/2009 16:02por Alejandro S 4 Me gustó la obra; creo que de una manera muy simple pero a través de un trabajo bastante complejo y difícil como lo habrá sido la construcción del personaje que hace Laura Inés Güino, se puede ir uno con la sensación de que las razones por las que un ser humano lleva su alma teñida ya sea de maldades, ya sea de bondades (aquí teñida sería por supuesto y por el contrario una cualidad significativamente enriquecedora de la misma), las razones, digo, no estarían siempre justificadas por intereses personales, y los espíritus movidos siempre por acciones hipócritas. La obra no es solo una critica a la ambición desmedida que rompe los principios éticos y morales que deberían prevalecer en toda sociedad “civilizada”, es por un lado una mirada positiva y esperanzadora hacia el triunfo de los sentimientos verdaderos, las decisiones y los principios que harían de éste mundo un lugar mejor. La toca, más que un ser con problemas en su desarrollo y en su madurez, es un ser que está representando una avalancha de sentimientos angustiantes, horrendos, alegres, inhóspitos (todos apretujados en ella y no dispersados sobre los habitantes de la aldea que se mantienen reflexivos pero fríos). Su hermana Genoveva (Lourdes Perez) es la única que parece comprenderla, y no solo que la comprende, también expresa muy bien el papel de alguien para quien no es nada fácil sobrellevar una situación como la de tener un familiar con “retardo mental”, es la única conciente de cómo la sociedad ve en las condiciones de su hermana, en su inocencia, el puente para acceder directo al aprovechamiento y la burla discriminatoria. En definitiva, y por otro lado, la inocencia de La Toca permite mantener (gracias justamente a sus condiciones de “involución”) sanos los valores que se supone uno va adquiriendo con el tiempo, justificando así que el ser humano no nació pérfido para luego hacer una supuesta evolución, el ser humano nació bueno y la sociedad lo constituye luego en un ser malvado, ambicioso y despreciable. Y aquí está la crítica negativa que hace la obra. La Toca, gracias a su estado de infantilismo e inocencia, de su inmadurez, nos hace reflexionar bastante sobre éstas cuestiones: porque no sería tanto un factor desfavorable sino más bien sirve aquí para darnos a entender que es ella la única que mantiene lo que como sociedad hemos perdido, los principios morales que supuestamente deberíamos mantener durante el resto de nuestras vidas, y no solamente en una etapa primera e inmadura todavía.
Muy bien todos los actores; el uso del espacio escénico que incluye al espectador (haciéndonos formar parte de la aldea) y la escena final. “La inocente” creo, termina siendo el personaje menos inocente de todos, el personaje más cuerdo de todos, el personaje que, como alguna vez dijo Alejandra Pizarnik, mirando las flores hasta pulverizarse los ojos es como hace una verdadera revolución humana, bueno, al menos yo sigo creyendo en este tipo de inocencia
