Opiniones de Nicotemo

  • Recorte de Jorge Cárdenas Cayendo 36

    29/01/2020 10:56 por Nicotemo 3
    Excelente
  • El prestamista que citaba a Goëthe 3

    23/06/2009 13:25 por Juan P 3
    Veo "El prestamista..." como una obra doble. Clásica, sepia en una primera mirada: una acertada y refinada adaptación del cuento de Dostoievsky hilvanada a través de los aciertos de una puesta y unas actuaciones concentradas, contenidas. Personajes que no pueden más que agachar la cabeza y marchar ciegos hacia su tragedia. Una valiosa transposición del relato "La mansa".
    Pero, algo extraño comienza a ocurrir a medida que la pieza avanza. Como en aquellos estereogramas, donde desenfocando la vista una nueva imagen aparece, ciertos elementos abtrusos, inasimilables disparan una señal de alarma. ¿Todo es tan simple como parece? Despues de todo, no lo olvidemos, estamos ante un gran flashback que nos ubica en el teatro de la memoria del siniestro prestamista. En su recuerdo no todo encuentra su lugar mansamente: ¿qué hace un grabador de cinta abierta en medio de esta historia decimonónica? ¿Por qué el prestamista luce un traje con corbata que no puede datar más que del 1930? Y finalmente ¿qué hace en manos de un ex oficial ruso una pistola semiautomática Luger que no saldrá de fábrica hasta el 1900 y que fué popularizada no por el ejército ruso sino por el alemán durante la Gran Guerra?
    Movimientos que se repiten como si la cinta magnética del recuerdo patinara y volivera al inicio, una música incidental que sólo es clásica en apariencia pero que remeda aquellas composiciones de Bernard Hermann para los films de A. Hitchcock. Son muchas las cosas que el prestamista sustituye al recordar, acomoda según su conveniencia. ¿Qué es lo que conviene a una obra? La línea entre la sutileza y la debilidad es fina pero el riesgo permanente de transitarla da aire a la puesta. La impresión "clásica" que la obra exuda llega tambien por dos caminos: la recreación decimonónica por un lado y la factura técnica y procedimental por otra: los tonos sepia, la figura del "hombre que recuerda" el tipo de escanciamiento o "paso" de las escenas. Cuando las transgresiones al código llegan, atraviesan ambos registros: el rebobinar de la cinta, la súbita primera aparición de la celestina interpretado por Liana Müller, rompen la linealidad del relato clásico, tanto como los cambios en la intensidad de las luces, díficiles de subsumir bajo necesidades narrativas. La aparición de los objetos extemporáneos atentan felizmente contra la homogeneidad de la representación, de la construcción de la rusia circa 1850.
    Estos detalles duplican la historia: el relato de un recuerdo y el cómo se recuerda ese relato. ¿Qué confianza podemos dar a la palabra del que recuerda? Tenemos que creer en su versión de los hechos mientras aquí y allá el anacronismo funciona cómo síntoma: el grabador de cinta abierta no posee un significado en tanto objeto, no está "en lugar de otra cosa". Su sola prescencia indica que algo no anda bien. Lo que oculta, nunca lo sabremos. Ya lo dice el oscuro prestamista del título "Soy un enigma".
  • Tercer Cuerpo 1435

    19/11/2008 20:59 por Nicotemo 3
    El manejo del espacio en timbre 4 es siempre eficaz, no simplemente cómo lo usan sino como se lo utiliza como disparador de un verosímil, de un mundo autónomo y, como en este caso, interesante.
    Luego comienza la obra y todo el interés inicial va cayéndose a pedazos. Todo en ella es demasiado "autoconciente". El recurso de los espacios superpuestos, junto con las actuaciones, todo habla de la conciencia o pretensión de estar ante un teatro, serio, importante. Gran parte del público disfruta por sugestión de este efecto, diría.
    El trio de oficinistas está formado por buenos actores y creo que funciona bien. El dúo de muchachos todo lo contrario. No sólo por lo impostado de sus actuaciones sino por la pesadísima mochila de textos solemnes que los pobres deben cargar. Finalmente, lo que se revela es lo que todos intuimos desde un comienzo: ella no tiene marido, Moni vive en la oficina y Hector es un viejo bujarrón que se amanceba con el muchacho del caracter mercuriano. Hubieramos empezado por ahí. ¿Cuál es el deschave en que un hombre maduro y solitario consiga jóvenes en boliches gay? Y ¿¡cuál es el problema?! Si se pretende que esto actúe como revelación, sólo lo es para las Señoras que disfrutan de la experiencia rara, pero segura, de Tercer Cuerpo. Es un teatro profesional y lo celebro pero profundamente conservador bajo la máscara de la renovación. Lo mismo pasaba con la Familia Coleman, pero ésta a diferencia de Tercer... en su juego incesante espacial/actoral no se tomaba tan en serio y eso constituía su mayor desafio y logro.
    Una perla aparte para el anuncio de apagar los celulares: veníamos tan bien con ese comienzo abrupto que toda esa...canchereada, perdón pero no sé de que otra forma llamarla, me lleva a un lugar del que no disfruto en un espectáculo. La obra dice: "Yo entiendo,¿entenderás tu también?"