Opiniones de Sebastián G

  • Marx contraataca

    06/06/2015 06:35 por Sebastián G 2
    Marxismo en el siglo XXI

    Una cátedra de marxismo a través de una impecable obra de teatro. Excelente actuación, acertada dirección y un montaje acorde a los tiempos.

    El director, actor y dramaturgo Carlos Alsina estrenó en el 2009, en el contexto de la crisis internacional, la obra Marx contraataca en el teatro El Pulmón. A fines de mayo la obra se repuso en la misma sala con notable éxito.

    Daniel Hipólito Fernández encarna de manera brillante el papel de Carl Marx, un hombre avanzado de edad y reflexivo. La actuación es espontánea, derrocha naturalidad y verosmilitud. Se observa un serio trabajo profesional.

    El personaje se encuentra inmiscuido en un ambiente repleto de chatarras y basura tecnológica. La escenografía a cargo de Yudith Pinto, Jorge Salvatierra no tiene desperdicio al igual que el maquillaje de Sonia Carbonell.

    Alsina escribió un texto cargado de ideas donde se observa un enorme trabajo de investigación. Da cuenta de la fascinante vida de Marx. Más allá de su filosofía cuenta parte de su historia privada. Su humanidad. El concepto fundamental y la crítica a las lecturas marxistas se sintetiza, según Alsina, en la “alineación” del hombre. Con el poder, con las ideas, con los personalismos.

    Durante la obra se muestra la bandera de la Unión Soviética, la nazi y la de Estados Unidos. Mediante diversas estrategias como papeles del techo o juguetes a control remoto el espectador es sorprendido. A su vez se entrecruza la historia, la filosofía marxista y la crisis actual con datos de la realidad incontrastables. Todo demuestra que el marxismo continúa vigente para analizar el presente.

    Una verdadera cátedra de marxismo con cita de libros poco conocidos del pensador, junto a una honestidad intelectual de parte del director que invita al regocijo teatral.
  • Cinco minutos la vida 2

    07/06/2008 12:08 por Sebastián G 2
    Una obra llena de humor, absurdos y un melodrama patéticamente centroamericano. Desde que comienza hasta el final el espectador se divertirá impecablemente. Esteticamente la puesta es magnífica.

    Desde el inicio, Cinco minutos la vida, atrapa. Pensada estructuralmente como un melodrama, tan patético como sus personajes. Las actuaciones de Julieta Sangenis, Manuel Villarrubia y Daniel Hipólito Fernández son de lo mejor.

    Cada detalla está pensado hasta en lo más mínimo. La música acompaña de manera acorde cada momento, generando la tensión requerida. En otras oportunidades distensión, o silencio para que los actores desplieguen un lenguaje, claro, gracioso, impactante pero no menos interesante.

    La escenografía es simple. Un sillón, un escritorio con papeles, teléfono y el cartelito de Luis Alberto Izaguirre, un millonario a punto de quebrar. Su esposa Martha Esther Sosa López es la típica ricachona, banal y malvada que contrata a María Pompeya, una mucama que se enamora de Alberto.

    En este enredo las gesticulaciones de los personajes son imprescindible para generar las risas en el público. Otro punto estéticamente brillante es el vestuario que roza la tendencia kitsch, bastante ochentosa, una delicia.

    A medida que transcurre la historia se generarán algunas incógnitas. Como no podía ser de otra manera, el motor del conflicto será el romance entre la mucama y el millonario. Él un hombre bueno, poco inteligente, cobarde y bastante gracioso. La sirvienta, tímida y apichonada, también soñadora. Por último, la Señora, una mujer altanera, agresiva y prepotente.

    Cada escena es tan cómica como pensada. Y los ritmos impuestos a lo largo de la obra son bastante vertiginosos. Los diálogos, cómicos hasta el hartazgo, gozan de tonadas tucumanas, centroamericana o más bien lenguaje neutro, una divertida mezcla.

    La sorpresa, la constante acción y el humor le dan forma a una obra que se disfruta en su totalidad.