Ciudad como botín

En Ciudad como botín, la segunda parte de una trilogía de René Pollesch que completan las piezas SEX según Mae West y Personas en hoteles de mierda, el controvertido autor alemán aplica al organismo humano la política de transformar áreas urbanas consideradas excedentes en rentables inversiones inmobiliarias. Para Pollesch no son solamente las plazas y avenidas lo que caracterizan a una ciudad, sino también las formas de comunicación que imponen los emblemas del poder capitalista, se trate de bancos, enormes complejos edilicios o cines pornográficos. El marketing como instrumento de control social y la ciudad como residuo y botín de guerra del capital. Esta interacción del marketing para la localización de empresas y el consecuente diseño del paisaje urbano con el factor humano conduce así al cortocircuito discursivo que conforma el principio estético de René Pollesch.

Con el auspicio del Goethe-Institut.

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