El Saludador

La puesta en escena, característica del estilo grotesco, es una metáfora sobre los acontecimientos que sacudieron la historia contemporánea mundial a través de un personaje que se dedica a visitar esos grandes eventos para saludarlos.
Su constante regreso a casa lo pone en contacto con su familia y de ello se derivan situaciones de mucho humor en donde se combinan los grandes ideales con los avatares de la vida cotidiana.
Como todo texto teatral interesante, esta propuesta confronta modos diversos de ver el mundo, en donde cada parte posee su razón y defiende sus intereses.
A ello se sumam, además, las situaciones de desopilante humor que nos hacen reflexionar sobre nuestras vidas y colocan al espectador en un lugar participativo dentro de la experiencia teatral.

El trabajo de los actores requiere de un gran despliegue físico y de un exacto dominio de los matices textuales. Fue el resultado de un trabajo intenso de investigación que viene desarrollándose desde hace años en El Pulmón y que alcanza su corolario en esta puesta.
Esta obra es quizás, en la producción de Cossa, la más próxima a "La Nona" que lo consagró como un gran dramaturgo nacional.
El grotesco, aquel que transforma a la risa en llanto en segundos, y viceversa, es, tal vez, el estilo teatral más próximo a nuestras raíces culturales.

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