Mujer luna corta el círculo

Somos una colección o conjunto de percepciones, que se suceden unas a otras con inconcebible rapidez… La mente es una especie de teatro, donde las percepciones aparecen, desaparecen, vuelven y se combinan de infinitas maneras. La metáfora no debe engañarnos. Las percepciones constituyen la mente y no podemos vislumbrar en qué sitio ocurren las escenas ni de qué materiales está hecho el teatro”.
Hume (Treatise of Human Nature 1, 4, 6)

Mujer luna corta el círculo, segundo trabajo del grupo Zoon Phonanta, toma su nombre de un cuadro de Jackson Pollock. En esta obra el grupo profundiza la concepción de la voz humana, entendiéndola como una huella digital, como algo que nos distingue y evoca nuestro paso por el mundo. La voz, creemos, es generadora de recuerdos, como la magdalena de Proust, pero está íntimamente relacionada con nuestra respiración y nuestro espíritu.

Cuando comenzamos a ensayar Mujer luna corta el círculo, intentamos trabajar caprichosamente un recorrido inverso al de la Divina Comedia: Infierno, Purgatorio, Paraíso. La inversión constituyó el sentido de nuestro segundo trabajo. A partir de la idea de inversión empezamos a alterar la (sin)taxis -ordenamiento- de cualquier texto con el que trabajábamos en los ensayos. De estas alteraciones en la lectura surgió el cuerpo central del poema.

Volver a ver las estrellas y ver las cosas hermosas que posee el cielo...

Así comienza Mujer luna corta el círculo. La frase está tomada de la Divina Comedia de Dante, pero aparece también en uno de los textos en prosa de Samuel Beckett. Es, de hecho, la frase que cierra el texto IX de una serie de prosas agrupadas bajo el nombre de Textes Pour Rien (Textos para nada).

Mujer luna corta el círculo trabaja con la fragmentación e inversión de textos, improvisaciones vocales y grabaciones que conviven en el tiempo y espacio de la representación para crear un pequeño teatro de la voz..

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