Mi joven corazón idiota

"Lo primero que me interesó de Mi joven corazón idiota -dice el director Gonzalo Martínez- es la capacidad que tiene el texto de retratar el soliloquio interior de los personajes y convertirlo en acción. Entre esos monólogos interiores y el diálogo obligado entre los personajes se desenvuelve el relato. Con escritura inteligente y visceral, Anja Hilling va destapando el mundo íntimo y lleno de tragedias cotidianas de estos personajes, vecinos de un mismo edificio. Ese mundo, con personalidad electrizante, deja lugar a huecos para rellenar, como un puzzle incompleto. Propone el desafío de poner en escena un texto sin indicaciones, todo está en las palabras dichas."

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