Lecturas para no dormirse

Este ciclo cubre el suelo de mantas y almohadones, crea una habitación basta, casi onírica, y todo se sucede bajo el techo de sabanas, con forma de torre, un cobijo que cuenta o contará solo con la tenúe luz de algunos veladores, que queden a disposición de la mano para el momento de apagar y retirarse.
En este ciclo se cuentan historias, viejas, nuevas y algunas no voy a mentir: no sucedieron, sucederán mientras se las cuente. Los escalofríos, el terror, la misericordia, el amor breve, la pesadumbre, el auto de algun un viaje, todo, tendrá espacio. Durante una hora seremos primos, nos habrán dejado quedarnos a dormir.
Buscaremos la forma del cuerpo, en la que se recuesta en el suelo y encuentra la posición de escucha.
Y descubriremos juntxs si el haber abierto la boca nos facilito el sueño o dio comienzo a una noche en vela.

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