La deuda

Mónica (45) no realizó unos pagos de un cliente de la oficina en la que trabaja. Los quince mil pesos que faltan no solo la comprometen a ella sino también a un compañero, que es quien descubre la falta. Parece que no es la primera vez, pero el compañero, a pesar del enojo, conserva el silencio y vuelve a creerle: Mónica se compromete a reponer la suma de dinero a la mañana siguiente.
Son catorce horas aproximadamente; catorce horas, en su mayoría nocturnas, de las que dispone Mónica. Durante ese tiempo la acompañamos por su derrotero. Sus movimientos, siempre intensos, conllevan finos tajos, y a veces no tan finos, sobre sus vínculos. Como si solo se tratara de intercambios, transacciones desligadas del afecto.
Las ayudas de su hermana y un amigo, más el dinero que tienen ahorrado con su pareja, le permiten alcanzar la cifra. Ya tiene la cantidad en su cartera, puede pagar la deuda.
Pero todavía queda un encuentro en el fondo de la noche.

1 Histórico de funciones
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