Tengo tetas, tengo pito y talento

En una habitación llena de vestuarios, pelucas y zapatos, Walter ensaya lo que va a ser el espectáculo que tiene que dar esta noche en el antro. Es un transformista que se quedó en el tiempo, con aires de diva y un humor bastante particular. Poniéndole una sonrisa a la adversidad, cuenta cómo llegó a ser quien es hoy y demuestra que el escenario es su primer y único amor. Es una performance cuanto menos desbordante, llena de odio, de risas, de bronca, de melanconlía y de música.

1 Videos
1 Histórico de funciones
3 Notas en los medios