LA APARECIDA km 278

Un pueblito olvidado en el medio de la provincia de Buenos Aires respira, suspendido en el tiempo. Los minutos se suceden, serenos, en las mañanas y tardes de La Aparecida. Es el tren, el reloj que señala el paso de los días, y los habitantes de este pueblo se confunden en sus historias, costumbres y creencias. Sólo el latido de sus frustraciones y deseos, y sus amores y desamores, mantienen vivo este paraje donde, aparentemente, nada pasa.
Pero un día, el cartero les regala una noticia que cambiará vertiginosamente el cansino acontecer de sus horas. La Aparecida no habla de otra cosa, el mundo se acelera, frenético, caótico. Sólo el cartero es testigo silencioso, paciente y amigo… Tal vez, sea a él, al único que el destino, finalmente, le haya dado una mano.

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