Perritos de porcelana

Una ciudad, chicas en rollers, repartidores que pedalean a la velocidad de la luz, helados que se derriten antes de ser consumidos y amores vencidos. Perritos es una obra compuesta de relatos dispersos, con personajes desencajados en un mundo que continúa forzando establecer categorías, sentimientos y tradiciones. Los protagonistas de esta historia no son inocentes, no son dulces ni felices. Son extremadamente honestos, o cursis con fracasos selectivos. Sobreviven y accionan con lo que tienen, con lo que les fue dado, con lo que aprendieron de sus pares. Los cuatro personajes de esta historia buscan algo.

Tres historias que transitan la ciudad unidas por el recorrido de un arma de fuego que uno de los personajes encuentra por accidente (una vecina suya la poseía por miedo al futuro, por protección o todos los fundamentos que quien la encuentra puede fabular en torno a crecer con miedo) Un amor adolescente y marica, una delivery arrasada por la saturación de su tarea, la perdida de un amigo en un crimen de odio.

¿Acaso somos la generación que está perdida definitivamente?

“La verdadera revolución era como tratábamos a nuestros afectos”, sentencia uno de los personajes. Entonces, ¿cuál es la nuestra? Perritos de porcelana oficia como una pequeña revolución: sensible, fugaz e inevitable.

Sobre el recorrido de la obra:

Perritos de Porcelana es la primer obra dirigida en conjunto por Los Pipis Teatro. Fue seleccionada para formar parte del Festival Internacional de Buenos Aires 2022 y contó con aperturas en el Cultural San Martín en 2021.

Es una obra que se presentó por primera vez dentro del ciclo ‘Aventuras’ en el año 2020 durante el periodo de aislamiento preventivo, los teatros estaban cerrados y la circulación por la ciudad era escasa. En ese momento la intención de la obra era la de ser una invitación a recorrer Buenos Aires, desde la óptica de los personajes, ficcionalizado sobre ese aire fantasmal que la ciudad presentaba.

Esta aventura implicó una multiplicidad de plataformas, la unión de varios espacios culturales y de un equipo técnico y artístico que la hiciera posible. Para nosotros, Los Pipis Teatro, la aventura nos significó un desafío creativo y de mucho disfrute que nos llevó a repensar las plataformas que contienen la ficción y como las mismas historias son modificadas por su soporte.

La aventura consistía en un recorrido de tres semanas, a cada semana le correspondía una historia diferente y les espectadores seguían a los personajes alternando escenas representadas en salas virtuales, puntos específicos de la ciudad en busca de pistas o códigos de audios inmersivos, vidrieras o terrazas donde les intérpretes se encontraban cara a cara con quienes seguían la aventura.

Las tres semanas concluían con la cita a un teatro (hasta el momento cerrados) para ingresar mediante un audio guía y recorrer las instalaciones y la sala en soledad mientras se disfrutaba del final de la historia. Este ciclo contó con la curaduría de Maruja Bustamante en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas.

En esta oportunidad presentamos de manera escénica esos tres relatos que componían la experiencia original:
Tres historias que transitan la ciudad unidas por el recorrido de un arma de fuego que uno de los personajes encuentra por accidente (una vecina suya la poseía por miedo al futuro, por protección o todos los fundamentos que quien la encuentra puede fabular en torno a crecer con miedo) Un amor adolescente y marica, una delivery arrasada por la saturación de su tarea, la perdida de un amigo en un crimen de odio.

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