Y luego la calma

Una hija espera a un padre. Y espera también a un hijo. La paciencia no sobra y la culpa abunda. Y mientras espera cada desenlace inminente; intenta comprender la inmensidad a la que debe enfrentarse: el peso implacable de la muerte y la vida. Marina (Daniela Pantano) deberá atravesar los últimos momentos de su padre (Javier Niklison), aferrándose a la única esperanza de redención: su futura maternidad. Una historia apasionante y conmovedora sobre cuentas pendientes, el costo de amar, los misterios del exorcismo emocional y -eventualmente- sobre una siempre necesaria reconciliación personal.

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