Los finales felices son para otros

Una adaptación de Ricardo III traída a la cotidianidad del presente. La degradación del hombre moderno y la ambición de poder. ¿Cómo salvar el negocio familiar cuando el individualismo es lo que prima? Una fabrica de un pueblo bonaerense observará las peores miserias humanas antes de que todo se derrumbe.

Después de la experiencia de “Ojalá las paredes gritaran” parte del equipo creador inicia una investigación sobre Shakespeare sumando una nueva dirección, producción, actores y dramaturgo para que formen parte de la compañía, presentando “Los finales felices son para otros”, basada en Ricardo III. Un proceso creativo iniciado en pandemia que busca cuestionar los vínculos de poder y la ambición como único motor posible. El grupo se sumerge nuevamente en un clásico con la intención de retratar la violencia como lenguaje cotidiano. Incomodar para interpelar. Por eso otra vez tragedia.

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