Playback

La obra surge de la idea de habitar un espacio despojado y abandonado, una suerte de sala de ensayo de una orquesta. Transcurre como un viaje a través de canciones que van apareciendo una atrás de la otra como si fueran flashbacks, recuerdos que atraviesan este espacio abandonado. Los intérpretes están instalados en este lugar y de repente empiezan a surgir entre ellos relaciones que tienen que ver profundamente con las canciones. El título de la obra hace alusión al hecho de que se apoya en la calidad y la materia de las voces, además de conectar lo que ocurre en escena con las letras. Se trata de canciones que provienen de mundos muy distintos; han sido intervenidas por Martín Bosa, y a través de ellas se ha creado música original que funciona como puente entre una y otra.
Dice Carlos Casella: “Hay una planicie de música climática de donde surgen las canciones y desaparecen, y así surgen y desaparecen las relaciones y las características de los personajes. Además de trabajar con los movimientos, hemos profundizado en la teatralidad de la obra.“

BALLET CONTEMPORÁNEO DEL TEATRO SAN MARTÍN