El privilegio de ser perro

El espectáculo está comprendido por cuatro monólogos:

Definitivamente Adiós
Es un viaje de ida y vuelta de España a Argentina a través de un primer exilio a finales del 39 desde Madrid a Buenos Aires y años mas tarde de Buenos Aires a Madrid en el 76. Esta pieza simple y cargada de emoción habla de las pequeñas cosas que unen a los seres humanos y las terribles dictaduras que por desgracia también nos hacen semejantes.

Arquímedes
Pretende ser un acercamiento al punto de vista de un integrante de las fuerzas de seguridad del estado sobre el tema de la inmigración. Esta pieza juega con la perversión del lenguaje sobre la que en ocasiones se asientan los discursos más xenófobos.

La carta
Inspirado en un hecho real, narra el viaje en el tren de aterrizaje de un avión de dos africanos de 15 años que escribieron una conmovedora carta a los “responsables de Europa” antes de morir congelados por las bajas temperaturas. Desde la ingenuidad y la ilusión de estos dos jóvenes se intenta arrojar luz sobre la herida de un continente que parece condenado a la desidia del resto del mundo.

El privilegio de ser perro
La pieza que da título a la obra, bucea en la dificultad de adaptación de un latinoamericano en un país del norte del planeta. La pérdida de la propia identidad que se va transformando en un eco difuso, la deshumanización de un mundo entregado a la velocidad y la desmemoria, la odisea de conseguir un documento que le acredite como “ser humano legal” son temas que va narrando el protagonista con un lenguaje simple y directo.
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