Dejar registro Vol I

En algún tiempo y lugar, registrar quiso decir repetir lo terminado.

¿Habrá sido algo así como un modo de impedir que un acontecimiento llegue a su fin?, ¿tendrá algo que ver con aquel Angelus Novus que pintó Paul Klee, y sobre el que WB pensó tanto?
Por ahí la verdadera máquina del tiempo es la invención de esta paradoja, una que se plantea traer al presente lo que ya no está, una que intenta registrar lo que se desvaneció en el tiempo, una que se fuga de la cronología, una que está más del lado de Aion que de Cronos.

Entonces, ¿cómo se piensa lo que ya terminó?

Desde Sala de Máquinas, organizamos un encuentro entre directores que pasaron por nuestro espacio durante los últimos años. Una especie de invento para no dejar que algo se cierre por completo, una máquina que impide que todo lo sólido se disuelva en el aire.

Una oportunidad para seguir (re)pensando nuestras prácticas, un encuentro de cruce e intercambio entre diferentes creadores. Nos paramos sobre nuestros haceres, para reflexionar sobre algunas posibles líneas de continuidad en el hoy, y para contagiarnos pasiones alegres en el compartir en común.

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