Y no cerrar los ojos

Nuestra técnica de composición corresponde a la de un manuscrito en el que se aprecian las huellas de textos anteriores sobre los que se ha vuelto a escribir. (…) Muchas de las escenas cuya base es “documental” se reelaboran mediante operaciones de intertextualidad. Estos procedimientos permiten que el espacio ficcional opere como metáfora del presente.

El hilo de Ariadna, cuyo extremo arranca en la Córdoba Colonial, se despliega hasta los textos de Glauce Baldovin que nos interpela desde su proximidad. En nuestra práctica la construcción de una memoria histórica hace foco al sujeto colectivo mujeres, esa otra mitad de la ciudadanía que nos configura. Desde este horizonte proponemos una obra vertebrada entre las mujeres y los distintos contextos socio – temporales. Al mismo tiempo articulamos ambos ejes –género e historicidad – con un concepto de SUJECIÓN – COERCION. Dicha noción que primero aparece en el vínculo presas-cárcel, se amplía metonímicamente a locas, monjas, desterradas, casadas, junto a las instituciones que las representan (Gobierno Virreynal, matrimonio, etc.)

La obra se encara como una reconstrucción. Volver a hacer. Volver a escribir sobre lo escrito. Una vez más. Tantas como sean necesarias. “Somos todas la misma mujer”. Con la conciencia de ser portadoras de una historia que nos atraviesa a la vez que nos configura, pretendemos elaborar un espacio ficcional en donde los cuerpos de las actrices se pongan al servicio de aquellas que ya contaron y la historia y les fue peor.

1 Histórico de funciones