Cada vez que ladran los perros

"Cada vez que ladran los perros" de Fabio Rubiano (Colombia) es una obra épica y a la vez barroca. Es la metáfora de un país violento y en guerra, construída a partir de un hecho histórico particular: Una población es arrasada por un grupo paramilitar, las víctimas son amarradas a sus camas antes de que los agresores les prendan fuego a sus casas. Los perros son colgados de los árboles que rodean las casas, es decir las cenizas.
No es la historia que se cuenta en la obra, es sólo el punto de partida. En "Cada vez que ladran los perros" son los mismos perros los encargados de contar su miedo, su lealtad y transformación. Los perros están mutando comienzan a olvidarse de ladrar, aprenden a reir, sienten ganas de matar, ya no se huelen la cola, empiezan a caminar en dos patas. No saben en qué se están convirtiendo, tal vez en hombres. Conocen el odio, la venganza, la tortura y la violación a medida que se van humanizando. Algunos como los nuevos, disfrutan y aprovechan su metamorfosis. Otros quieren seguir siendo perros, quieren detener la transformación, esperan a sus dioses (Cerbero, Anubis, Ortro) que nunca llegan. Ni perros, ni hombres ni mujeres saben quién es el enemigo ni de dónde vendrá.

2 Histórico de funciones