Las siete vidas de un gato

Sinopsis:

"Convulsiones como respuestas. Eso -que las nuevas palabras del nuevo lenguaje nos hagan epilépticos por un rato.

Balbuceemos las otras, las que no significan - pero expresan los ojos reventados - los dolores infinitos... los aullidos. Aprender todo de nuevo... aprender a ignorar todo lo aprendido. Que explote toda la impostura. Toda -pero toda junta. Y de esos escombros el lenguaje nuevo.

La palabra interdicta, obscenidad de los goces infinitos y de los dolores que ya no caben en lenguajes viejos. Inventemos. Inventemos todo. Pero que sea loco loco loco. Enterremos el sentido común. Una gran tumba a la belleza - A los grandes gestos que nos vaciaron el sentido de algo.

Un gran entierro de todo aquello que llamamos humano, todavía que de las olas venga el resto - las palabras nuevas - los pedazos, lo que quedó afuera, las sílabas barrenadas que arrojamos al mar del desperdicio."

Tato Pavlovsky

Descripción:

Las siete vidas de un gato es una obra de teatro físico que se propone abordar el tema de lo que ya no tiene vida a través de siete cuadros (siete muertes, siete vidas) y nueve intérpretes (dos de ellos músicos; sus instrumentos son el cello, el piano y la guitarra). Desde la poética de los gestos y los sonidos de los cuerpos, la obra despliega un mapa de emociones, de fuerzas y de movimientos; por medio de un tránsito por escenas tanto poéticas como absurdas, la obra busca enfrentarse con el difícil e insistente problema de la muerte y lo muerto, de lo que ya no respira y lo que perdió la existencia que le era propia.

Agradecimientos: a Eliana Wasserman, a Nahuel Piñiero, a el Teatro del Perro, a Norman Briski, a todas y todos los que formaron parte de esta obra. A les que están y a les que se fueron.

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