Eva, todas somos Eva

A partir de la muerte, la propia Eva cuenta su vida. Nos lleva de la mano, ya que es un espíritu desnudo, que cambia, muta en el escenario ante los ojos del público. Los cambios de vestuarios usados como hilo conductor buscan situar al espectador entre sus recuerdos, su historia, su vida pública. De la muerte a la vida, con un legado, con un mensaje, como la Eva del pueblo argentino. A medida que transcurre la obra, el personaje de Eva, representado por la actriz María Celeste Dominguez, va recordando su vida personal, como niña, joven, actriz, finalmente como persona pública de la política nacional, como mujer influyente.como Eva Perón.

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