Ana y el ladrón de sueños

Ana era una niña, una niña feliz con una particularidad: siempre se hacía preguntas, de esas
que nadie se hace. Ella no era como el resto de los niños de su edad, pero no estaba sola: sus
amigos Simón y Amilia la entendían y la acompañaban en su camino que, así como el de ella,
también era diferente al de los demás. Así fue como un día, la niña se encontró con una nueva
verdad: entre todas las personas que, con el paso del tiempo, se volvían grises, existía un adulto que
no había perdido el color y eso se debía a que, al crecer, había logrado conservar su sueño. Ante
esta nueva verdad, diferente a la que ella conocía, e impulsada por su sueño de ser escritora, se
preguntó: ¿por qué las personas pierden sus sueños?
Ana y sus amigos encuentran una sencilla respuesta a esta nueva pregunta: existe un ladrón
que roba los colores y cada uno de los sueños. Ante esta posibilidad de que su sueños sean
robados, y con sus amigos en peligro, Ana emprenderá un viaje de autoconocimiento, en donde
intentará conocer sus valores, perdonar sus errores y permitirse sentir. En esta búsqueda de su
verdadera esencia, conocerá rincones de si misma que no conocía y, con su propia verdad,
responderá a la pregunta con un nuevo interrogante: ¿es posible que alguien robe nuestros sueños?,
¿o es más sencillo pensar que un ladrón lo hace, para no enfrentarnos a nosotros mismos?

1 Histórico de funciones