Like to me

En el exceso de positividad, consumo y comunicación, lo que enferma a la sociedad no es la represión sino, más bien, la depresión. El Me gusta, el Like, es un cebo de ganado, donde a todos les gusta lo mismo. De esta forma, las redes sociales van configurando el grado cero de lo social. Sumergidos, cada vez más, en la depresión; el dolor cede paso a ese Like que prosigue e insiste con lo igual, dando por resultado una pérdida total del sentido. Cada sujeto se vuelve mercancía de sí mismo, cayendo en una trampa clausurada. La falta de autoestima, el bajo rendimiento, la depresión y el cansancio de sí mismo es el tránsito que queda para recorrer. La acción de la Selfie no es más que una autorreferencia que representa a un sujeto narciso y vacío. Mientras que, en el mundo de la producción infinita, el miedo es el catalizador que trabaja los pensamientos: qué es lo que el otro piensa de mí; qué es lo que uno piensa de ellos que piensan de mí... Miedo a ser Marginado, al fracaso, a no responder a sus propias autoexigencias. El miedo, de alguna forma, es lo que incrementa la producción personal; llevando a la alienación: protégeme de lo que quiero, dame un like. La sociedad del Like es una sociedad digital que no necesita de los cuerpos. El Like es complaciente, pero olvida la capacidad de asombro, forzando una trascendencia del sujeto mismo. La comunicación actual a desterrado al Tú, no hay escucha del otro, porque todo se basa en el acto narciso del Like to me.

4 Histórico de funciones