Flores de Tajy

En un sórdido cabaret perdido en el mapa y en el tiempo, donde el pasado ha dejado de existir y el futuro poco importa, cuatro almas juegan sus roles de víctima /victimario en un duelo desigual e infinito que recomienza, implacable, noche a noche. Pero un día sucede algo que derrumba de golpe todo aquello que se creía establecido para siempre.

En Flores de Tajy, cuyo título hace alusión al árbol que se multiplica en el paisaje del Chaco y Paraguay también conocido como Lapacho, Sol Bonelli se vale del clima onírico en que sumerge a sus personajes para hablarnos sin tapujos sobre la violencia de género, la prostitución y la trata de personas.

Dirigida por Valeria Ambrosio la obra se despoja de cualquier estereotipo, para convertirse en una distopía en la que convergen La Loba, la prostituta más antigua del lugar que interpreta Edda Bustamante y La Cris, la travesti encarnada por Willy Lemos que oficia a la vez como madama del lugar. Ambos personajes serán los encargados de adoctrinar a La Naty, la joven recién capturada que interpreta Renata Toscano, quien se convertirá en la atracción del lugar y será quien dé un giro inesperado a la historia cuando Miguel, el habitual cliente interpretado por Nacho Pérez Cortés, se obsesione con ella e intente traspasar los límites convenidos.

Flores de Tajy contó con el apoyo del Consejo Nacional de la Mujer y fue declarada de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

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