30 dineros

Esos 30 dineros aluden al ínfimo precio por el cual los once amigos venden sus propias vidas. El Maestro, único ausente en esa comida de once condiscípulos que se reencuentran al cabo de años para recuperar la juventud y los ideales, ha sido nuevamente traicionado. Al Maestro todos lo aceptan, lo defraudan esas vidas que se desvirtúan en la blandura o el vicio, la injusticia o el desamor. Resultan por fin todos Judas, que sin embargo, usan esa circunstancial reunión para confesarse y reconocer sus culpas.