No hay que llorar

El cumpleaños número setenta de Luisa, la madre, convoca a la familia para el gran festejo sorpresa. El encuentro extraordinario provoca todo tipo de enfrentamientos e inesperadas develaciones, dejando ver la "doble cara", máscara y rostro, de cada uno de los personajes. Sueños, ambiciones y frustraciones de una típica familia de la clase media argentina cuyo principio cultural es "No hay que llorar", en una puesta en escena que resalta con una gran dosis de humor su comportamiento más grotesco.

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