Termina que están todos muertos

Una comedia existencialista. Un juego. El premio: Un viaje. Dos amigas. La muerte.
Dos amigas ganan un concurso de proezas. El premio mayor es un viaje al lugar de sus sueños. Aterrizan allí, o eso creen, pero nada es como lo esperaban, tendrán que enfrentarse con sus fantasías, miedos, fantasmas y poner a prueba su amistad.

Termina que están todos muertos es una comedia existencialista con tintes del clown y del absurdo, que explora las posibilidades de la muerte, desde un espacio lúdico y poético. A lo largo de los 60 minutos que dura la obra, los personajes y los espectadores transitarán universos fantásticos, pasando del humor a la reflexión, de la emoción a la palabra, de los sueños a las pesadillas. Una serie de mundos distintos donde los espectadores podrán habitar su propia historia y sacar sus conclusiones.
En Termina que están todos muertos, lo real se empieza a desvirtuar y los límites entre ficción y realidad se hacen cada vez más difusos. No hay cuarta pared y el espectador también es parte de ese viaje. En código clown, la obra plantea la importancia de la conciencia sobre la muerte para valorar la vida.

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