El misterio de dar

La señora Schneider es viuda y vive sola. El día que va al Banco a cobrar su pensión, se cruza con una mujer y su pequeño hijo accidentado, quienes le piden una ayuda. Ella, motivada por un fuerte impulso y sin tomar conciencia, les entrega casi la totalidad del dinero que cobró. Emocionada por el acto que acaba de hacer, vuelve a su casa ansiosa por contárselo a alguien, pero está sola. Allí se da cuenta de que se quedó sin dinero para vivir el resto del mes. Esta situación producirá en la mujer una fuerte necesidad de comunicarse con sus seres queridos que ya no están, aunque sea a través de un caballito de madera que quedó de su hijo. Es allí donde la señora Schneider descubre ese misterio que es el de dar al prójimo y poner en valor lo que es más importante en la vida de una persona: la solidaridad y el amor por el otro.

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