Casa Villano se respira la muerte

Parece un dia como tantos para la rutina de Sandra, Amadeo y Ulises. Con los ajetreos típicos de una jornada laboral, aunque el lugar donde se desarrolla esa jornada sea algo atípico. Ellos trabajan en Casa Villano. Una funeraria. Un lugar fronterizo entre la vida y la muerte. Y alli están. Amadeo, con toda su experiencia a cuestas para moverse con soltura y discreción en este entremundos tan oscuro y tan negado por todos. Sandra, aferrada a viejos conflictos irresueltos y a una juventud que se escapa inexorablemente. Y Ulises. Jóven, inexperto. Pero descubriendo con ansias la vida que se le presenta en ese lugar tan particular.
Se diría que en un sitio como Casa Villano los cadáveres son la materia prima del negocio. Serían algo así como la harina para los panaderos, o los ladrillos para el constructor. Materia inerte que entra, se procesa y sale. Mecánicamente. Repetidamente. Sin mayores implicancias personales que las requeridas por el arte mismo del oficio.
Pero llega el dia en que no todos los muertos son iguales. Y no todos son mudos. Tal vez tengan algo para decirnos desde su aparente silencio acerca de nuestra propia vida. Porque, despues de todo ... quién sabe mas de la vida que un muerto?
Animate a navegar en las aguas turbulentas de este puerto que puede ser mas lindo o mas feo, mas o menos misterioso. pero, seguramente, inevitable.

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