Errante

Proyecto Gabinete Teatro para un espectador.En un contenedor de 3 metros por 1 metro y medio sucede “Errante”. La obra está construida para ser vista por un espectador, durante 7 minutos.
Dentro, el contenedor nos transporta, abandona la ciudad, nos abstrae de la realidad para adentrarse desde su visualidad y texturas a un espacio onírico, abstracto, sin tiempo, límbico entre la realidad y el sueño.
“Errante” rescata el relato histórico mapuche (Piam) sobre el viaje que emprende el alma después de la muerte. Haciendo alusión a la tradición oral, al “dicen que dicen” como símbolo importante de una riqueza cultural.
El relato cuenta que una vez abandonado el cuerpo el alma “Am” pasa a llamarse “Alwe” (Espíritu vagabundo) para emprender un largo viaje que exitosamente lo llevará a ser parte del “Wenumapu”.
¿Qué pasa con el alma que de una u otra manera no se le ha hecho rito funerario? ¿Hasta dónde llega su tránsito?
“Errante” surge entonces como una búsqueda, desde la paradoja de la vida intranquila y angustiosa que genera el no saber DONDE ESTAN.
Desde una importancia poética y simbólica es que se intenta elevar nuevos sentidos sobre una problemática tan propia y tan urgente, que traspasa a su vez cualquier territorio.
Los desaparecidos son una fuerza que motiva a preguntar ¿Qué pasa con los doblemente asesinados? El prohibido de cuerpo y alma.
Este micro-relato cobra sentido en el cuerpo de dos actrices. Desde la voz de la anciana, quién simbólicamente representa el origen y contiene la sabiduría tanto terrenal como espiritual y desde la imagen del espíritu joven, representando el opuesto como una prolongación que convierte la existencia más allá de lo tangible, más allá de lo material.

1 Histórico de funciones