Beloved Sinner

TEATRO IRLANDÉS

–“Ha dicho que bailaría conmigo si le llevo rosas rojas”

"Beloved Sinner" que recorre los últimos días de Oscar Wilde, del destacado actor, director y guionista irlandés Denis RafterParís, año 1900. Oscar Wilde se enfrenta a sus últimos días de vida. Está solo, arruinado y “muriendo por encima de sus posibilidades”. Lo ha perdido todo excepto su extraordinario ingenio. El siglo que entra se le antoja un reflejo cruel de su fracaso.
Beloved Sinner, último trabajo del autor, director e intérprete Denis Rafter, es un monólogo que recrea los últimos días de Oscar Wilde en París. Una pieza que indaga en los fantasmas del genio, pero también –y sobre todo- se acerca a su luminosa humanidad, a su íntima comprensión del prójimo y a su talento inabarcable.
Rafter construye con precisión, potencia, humor y ternura el autorretrato de un hombre que se asoma peligrosamente al abismo de la autodestrucción, de un héroe cotidiano enfrentado a las grandezas y miserias de la condición humana.
Y lo hace a partir de algunos de sus escritos más recordados como El ruiseñor y la rosa, La casa de la ramera, Salomé, La balada de la cárcel de Reading, El retrato de Dorian Grey o sus celebrada carta De Profundis.

La dificultad a la hora de describir la vida y las obras de Oscar Wilde en un monólogo es decidir cuál de sus textos hay que excluir. Cada uno de nosotros tiene su pieza favorita. También hay muchos aspectos en su carácter: el payaso, el poeta, el asceta, el humorista, el dramaturgo y, finalmente, el héroe trágico. ¿Cómo puede proyectarse
todo en el escenario con sinceridad y justicia? Existe la tentación de dar demasiado énfasis a una faceta sobre otra. Los últimos años de su vida fueron trágicos, extremadamente trágicos, pero pasó la mayor parte de su vida anterior al escándalo, que le llevó a la cárcel, caminando lánguidamente por las “alturas bajo el sol”.
Entonces, todo lo que puedo darles es un eco de música rica, una sombra oscura de un genio. Una cosa es cierta, saldrán deseando saber más de Wilde, el hombre, y de sus obras. Hay más de cien biografías escritas sobre él, por lo tanto, tienen una selección bastante amplia donde escoger.
Fue una personalidad única, tal vez nacido en el siglo no adecuado. Hubiera vivido a gusto en los siglos diecisiete o dieciocho y uno puede imaginar su impacto hoy día en la radio o en la televisión.
Disfrutó de la vida con indulgencia fatal, pero amó a la humanidad con sinceridad y compasión. Es fácil culpar a la sociedad de su última caída, pero gran parte de su tragedia fue autoinfringida. Parecía alcanzar una cima que no podía -o temía- mantener. En su época más poderosa, pocos no fueron hechizados por su gracia, su genialidad y su aguda conversación. Él mismo se describía en El retrato de Dorian Gray; “Era brillante, fantástico, irresponsable.
Transportaba a sus oyentes a otro mundo y seguían su música riéndose”.
Espero que disfruten de este relato sobre los últimos días de un genio inolvidable, sobre un hombre inmortal: Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde.

Denis Rafter

Espectáculo en inglés con subtítulos en Español

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