El nombre

Una mujer perdida entre recuerdos y olvidos. En su inexorable destino como empleada doméstica, cada una de sus patronas le cambió el nombre a su antojo, anulando su identidad. Enferma y sola, su nombre es hoy un grito desgarrador que jamás nadie le quitará. El problema de una identidad vedada debido a las alteraciones y el dolor que sufrimos cuando nos niegan la existencia, y no sólo eso, también la dignidad y la pertenencia.

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