La luz es un pozo

La luz es un pozo sucede en el sótano de una joyería. Los empleados, debido a los retrasos en los sueldos, deciden hacer paro y no trabajar hasta que se regularice su situación salarial. A su vez, los dueños de la joyería -considerando las ventajas que ofrece el local ubicado en el microcentro, les ofrecen un extraño trato: Armar en el sótano una mesa de juego clandestina y por las noches obtener dinero efectivo rápido y fácil. De día, engarzar joyas. De noche, servir las mesas, convertirse en croupiers y -por qué no- apostar al juego.
La doble jornada para algunos es humillante. Para otros, en cambio, el trabajo nocturno se torna un espacio de liberación. Y mientras tanto, entre póker y asambleas, el fantasma de una mujer revolucionaria y triste les habla a través del aire acondicionado.