Seis

El lenguaje se diluye antes de constituirse como tal, o se superpone con uno nuevo, o se desarma en varias piezas que se nos escapan por entre los dedos, como puñado de agua.

Lo que aparece es un gran degradé de sentido. Sobre eso nos movemos, a ciegas, con los ojos bien abiertos.
Tenemos el presente, pedazos de pasado de lo que hizo alguien más y un rectángulo blanco.

Avanzamos, listos para volver a ser estafados por nosotros mismos.

1 Histórico de funciones