Winter garden

Discepolín mantuvo la estética de Wunder Bar en esta obra. Es la sucesión de episodios que transcurren en una accidentada función de music hall, en una capital europea cualquiera.

"En vano, Enrique S. Discépolo personificando al animador del establecimiento, llamó a la alegría al público con una simpática arenga que no encontró ni podrá encontrar eco, en nuestros melancólicos auditorios. En cualquier escenario europeo eso hubiera sido una invitación al vals, a cuya música se habría animado la gran farándula. Acá no hay nada que mueva la indiferencia invencible de nuestras salas." Crítica.

1 Histórico de funciones