No Fue Así

NO FUE ASÍ: Variaciones para componer un drama.
Te invitamos a revivir nuesto proyecto de graduación de la carrera Formación del Actor realizado en el 2016, en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático.

Al comenzar la obra el espectador se encontrará con una pieza teatral que tiene dos niveles de relato: uno real y otro ficcional.
El concreto y verdadero pertenece a un grupo de teatro que intenta ensayar una obra de la mano de su directora y de su asistente.
El mundo imaginario e irreal, es encarnado por cuatro personajes, que abandonados por su creador, salen al mundo a buscar corporizarse en un escenario.
Sin embargo durante el desarrollo de la obra los dos planos se irán confundiendo de tal manera, que los "desvalidos" personajes del mundo imaginario, le impondrán al espectador un reconocimiento de su identidad en cuanto tal, transformándose en tan o más reales que los mismos actores.
Los personajes comprueban, absortos, que la experiencia, vivida y sentida por cada uno, no puede transferirse, por eso rechazan continuamente la representación que los actores intentan concretar. Los Personajes quieren demostrar el engaño de la razón y hablan sin comprenderse entre sí y sin comprender a los actores, quienes a su vez, no pueden representar el drama con autenticidad en tanto no lo comprenden.
Pirandello consideraba que el yo superficial era una imagen ficticia con la que nos disfrazamos o bien el resultado de la inevitable deformación a la que nos somete la mirada ajena.
De esta manera expresó la oposición entre el ser y el parecer, es decir, entre la realidad y la apariencia. En el teatro: entre la vida y el arte.
La vida es dinámica, cambiante, fluida, se modifica continuamente, mientras que el arte es la forma que la congela, que cristaliza lo vital; pero también es, en última instancia, lo único perdurable, que trasciende los límites temporales de la vida misma.
En su intento de hacer confluir arte y vida, Pirandello escribe su afamada obra "Seis personajes en busca de un autor", proponiendo crear un "teatro dentro del teatro" y demostrando que sólo la obra de arte asegura la identidad definitiva, pues la vida en su permanente cambio, modifica al hombre y lo obliga a moverse en distintas realidades.