El nombre

El texto propone una historia descarnada y profundamente humana, con una enorme e intacta vigencia. El único personaje de esta propuesta vive y transita por un mundo duro, cruel, que no le permite ningún respiro, ninguna posibilidad de liberación.

De tal modo, va siendo absorbido por un remolino de frustraciones donde la pobreza, la humillación constante y la imposibilidad de soñar con algo mejor van minando su identidad hasta perderse en la indignidad que lo rodea, y en un quiebre final darse cuenta, como el héroe de la tragedia griega, de que nunca será dueño de su destino. En la tragedia, este destino estaba signado por los dioses, en esta historia el destino del personaje está escrito de antemano por la terrible contundencia de una vida sin sentido ni oportunidades, en una lucha desigual entre lo deseado y la realidad.
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