La pérgola de las flores

Dijo Silvina Bullrich: La pérgola de las flores no es sólo una opereta alegre y divertida, el tema de esta obra ha sido sacado de un hecho real: en el año 1929, las floristass de la pérgola, fueron amenazadas de desalojo. Pero en lugar de rendirse, sin más armas que sus flores, se amotinaron, y en pocos días ganaron la partida.

He aquí la historia de cómo puede ganarse una batalla sin necesidad de derramar sangre, con claveles, rosas y violetas en vez de ametralladoras. Las revoluciones más perdurables son las que se hacen en la Pérgola con flores, o en caminito, con el mundo mágico del teatro.

Fuente: KEHRIG, Diego (2013). Didascalias del Teatro Caminito, Buenos Aires, Diego Kehrig Editor.

"En Caminito se ha cuidado muy especialmente el aspecto visual de la comedia, sobre todo en lo que concierne al vestuario, con respecto al cual merece elogios Eduardo Lerchundi por su rica gama cromática, que lleva inclusive a la audacia como en la toilette de un azul violentísimo que hace la señora Lucena en uno de los cuadros. La escenografía, con la reproducción de la torre del convento de San Francisco al fondo, sus cajones móviles y otras composiciones corpóreas, vale buena mención a Miguel Angel Lunaldo. Y no hay que olvidar a las luces, jugadas con oportunidad y justeza ...Sin posibilidad de nombrar a cada uno por razones de cantidad, digamos que Elena Lucena se mostró muy graciosa y convincente. Gloria Montes, Mercedes Escribano y Nené Malbrán fueron tres pergoleras magníficas. En caja, Carlos Fioritti. Eficacísimo en papeles plurales, Jorge Luz, su canción del urbanista Valenzuela es un acierto. Nos agradó Tino Pascali por su llaneza, Rogelio Romano, recio y natural; Amanda Beitía, harto graciosa y Laura Escalada, que no solo puso bien su timbrada voz al servicio del personaje, sino ponderables dotes de actriz." Clarín

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