Prueba III: Las convenciones

Pensamos las convenciones como contratos implícitos entre dos partes. Espectador y obra establecen una relación contractual ¿Qué convenciones preexisten a la exhibición de un espectáculo? ¿Qué convenciones son establecidas por el propio espectáculo?

Sin pretender respuestas finales a estos interrogantes, la investigación desarrolla su propio dispositivo escénico. Nuestra pregunta específica fue: ¿Qué pasaría si, en una obra teatral, un personaje no comprendiera las convenciones? Dialogando con la novela El idiota de Fiódor Dostoievski, Matías Feldman escribe este texto (en el marco de la Beca Iberescena para la Creación en Residencia, en Madrid), diseñado especialmente para la Prueba III.

Bernabé llega a Accra, una colonia europea en Ghana, y rápidamente se ve involucrado en los conflictos de una familia alemana. La ingenuidad del epiléptico Bernabé choca con el ámbito burgués que lo rodea. El problema va más allá de la no comprensión de las convenciones sociales: Bernabé no comprende ningún tipo de convención teatral.

La obra, a través de nuevas convenciones, intenta en vano solucionar los inconvenientes que el idiota genera. Queda así en evidencia uno de los incisos más importantes del contrato convencional: su invisibilidad.

Con Prueba III, quizá la más cercana al formato “obra teatral”, nos proponemos indagar en el fenómeno de las convenciones, en su complejidad y prodigio: ¿Cómo funcionan? ¿De qué́ manera las percibimos? ¿Cómo operan sobre lo escénico?

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