Locura de verano

Tomando como hilo conductor una de las obras breves menos conocidas de Antón Chéjov «Un trágico a pesar suyo» se representan otras dos "humoradas" este genial autor de «El jardín de los cerezos»: «El oso» y «El Pedido de mano». El conjunto resulta una introducción ideal a la obra de este autor porque reúne algunos de los ejes de toda su producción como son la brevedad, el humor grotesco y su genial manejo de la situación teatral y la observación de los personajes.

El verano altera los ánimos de estos rusos del SXIX y los hace actuar al borde de la locura, generando situaciones y diálogos tan realistas como absurdos y dando pie a un espectáculo de ritmo vertiginoso e hilarante. Puede resultar ideal para un público joven que disfrutará de un humor de situación exento de chistes o groserías tan comunes en el llamado «humor» actual.

Un reencuentro con el buen teatro, de la mano de un clásico que revolucionó sus formas en base a la observación fina y realista del mundo que lo rodeaba y que nos mostró -con sus rasgos trágicos y cómicos siempre formando una unidad- los perfiles de un nuevo género que luego tomaría el nombre de «grotesco».

En resumen: Tres pequeñas joyas teatrales de Chéjov que aluden a una sociedad lejana en el tiempo y en el espacio pero que seguimos sintiendo tan próximas y que siguen haciéndonos reír y reflexionar sobre nuestras debilidades como cuando fueron escritas

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