Paloma del Cerro

Paloma del Cerro presenta su segundo disco "Para bien", un material donde se fusionan ritmos ancestrales con electrónica, dub, tribal house y drum&bass.


«Todo está vivo / Todo tiene espíritu / Todo está en constante movimiento», canta Paloma del Cerro en «Todo vibra». Y esa mirada mística, esa búsqueda de una armonía entre las canciones y los paisajes que evocan (los cerros del noroeste, pero también la llanura y la selva), atraviesan su último disco. Para bien profundiza y eleva el ensamble de texturas acústicas y ornamentos digitales de su antecesor, Gozar hasta que me ausente. En su intención de proyectar la música de raíz hacia el futuro, su obra se emparenta con la de Gaby Kerpel, Tremor y Tonolec. Paloma del Cerro combina el pulso de un bombo legüero con programaciones, los recursos de un DJ con un charango, un birimbao o un tambor turco. Cierra el disco con el poema «Tiempo del hombre», de Atahualpa Yupanqui, pero antes expone su relectura de una canción tradicional china («La fiesta se avecina») o convierte el tema de una chamana mexicana («Para todas las mamitas del mundo») en una bomba cumbiatrónica que detona junto a Miss Bolivia. Contemplativo y celebratorio, así suena Para bien.

Ficha técnico artística
Intérpretes:
Paloma Del Cerro
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